Cambiar de trabajo puede ser una tarea desalentadora, sobre todo si se han pasado años en el mismo sector. Sin embargo, a veces merece la pena correr el riesgo si conduce a una carrera satisfactoria y gratificante. Esto es exactamente lo que me pasó a mí cuando dejé mi anterior trabajo como ingeniero de planta en la industria privada para hacer un doctorado en Evaluación del Ciclo de Vida de procesos químicos.

El cambio no fue fácil, pero mereció la pena. Como ingeniero de planta de la parada de planta de Dow Chemical en Tarragona, Era responsable de garantizar que todas las tareas planificadas fueran eficientes y rentables. Aunque el trabajo era un reto, me di cuenta de que quería hacer más para ayudar al medio ambiente. Este deseo me llevó a explorar el campo de la química verde, que se centra en el desarrollo de productos y procesos químicos sostenibles desde el punto de vista medioambiental.

Cuando empecé mi doctorado supe que había tomado la decisión correcta. Mi doctorado es un proyecto de colaboración entre la Cátedra UNESCO de Ciclo de Vida y Cambio Climático y la empresa suiza, Deasyl SA. El trabajo es fascinante y cada día aprendo cosas nuevas. Estoy trabajando en proyectos que tienen aplicaciones en el mundo real, y sé que el trabajo que estoy haciendo tendrá un impacto positivo en el medio ambiente.

Aunque el sueldo o los recursos no sean tan abundantes como en una multinacional, una de las cosas que más me gustan de mi nuevo trabajo es el ambiente de colaboración. Trabajo con un equipo de personas apasionadas por la química verde y la sostenibilidad que trabajan por el mismo objetivo. Compartimos ideas y trabajamos juntos para encontrar soluciones a problemas complejos. Aquí no sólo sabemos qué y cómo hacemos las cosas… sino también por qué las hacemos.

Otra cosa que aprecio de mi nuevo trabajo es la flexibilidad. Como ingeniero de planta, siempre estaba de guardia y tenía horarios más ajustados. Ahora, aunque la carga de trabajo sigue siendo alta, tengo más control sobre mis horas de trabajo, lo que me permite pasar más tiempo con mi familia y dedicarme a otros intereses fuera del trabajo.

En general, estoy muy contenta de haberme pasado a la investigación en química ecológica. Siento que estoy marcando la diferencia y contribuyendo a un futuro mejor para todos. Si estás pensando en cambiar de carrera, mi consejo es que sigas tu pasión y des el salto. Al principio puede dar miedo, pero a la larga puede ser una carrera más satisfactoria y gratificante.